Semaglutida y las pruebas genéticas

Artículo Original: https://www.medscape.com/viewarticle/can-genetic-test-predict-response-semaglutide-2024a1000cat

En las Sesiones Científicas de la Asociación Americana de Diabetes (ADA), los investigadores presentaron nuevos datos sobre el uso de pruebas genéticas para detectar un rasgo llamado saciedad postprandial anormal (APS), o «intestino hambriento». Poder evaluar el intestino hambriento puede predecir las respuestas a los fármacos denominados agonistas del receptor del péptido-1 similar al glucagón (AR GLP-1), como la semaglutida. En el estudio participaron 137 adultos, 113 de ellos en tratamiento con semaglutida y 24 en tratamiento con tirzepatida. Entre los que tomaban semaglutida, los individuos clasificados con intestino hambriento (es decir, con un biomarcador positivo para APS) lograron una pérdida media de peso corporal del 18% al cabo de 12 meses, frente al 10% de los que dieron negativo. Este nuevo hallazgo sugiere que las pruebas pueden utilizarse para averiguar si una persona responderá a estos fármacos, evitando así decepciones si los medicamentos son menos eficaces de lo previsto. Esto podría ahorrar mucho dinero a los sistemas sanitarios y a los pacientes.

Cómo funcionan las pruebas genéticas

El estudio utilizó la prueba MyPhenome Hungry Gut, desarrollada mediante aprendizaje automático por Phenomix Sciences. Esta prueba ayuda a identificar a las personas que siguen sintiendo hambre incluso después de haber comido. De los participantes en el estudio, 91 eran APS+ y 46 APS-. Las pruebas genéticas de este tipo pretenden personalizar el tratamiento prediciendo cómo responderán los individuos a terapias específicas en función de sus perfiles genéticos. Representa un avance hacia la medicina de precisión en el tratamiento de la obesidad, adaptando las intervenciones a los factores genéticos individuales relacionados con la saciedad y la respuesta al tratamiento.

Beneficios de la medicina personalizada

Los resultados respaldan el uso de la medicina de precisión en el tratamiento médico que se está aplicando aquí a las personas con obesidad. Sin embargo, son necesarios más estudios para validar estos hallazgos y evaluar su utilidad clínica más amplia.